Every rose has it´s thorn.

Todos pensamos qué conocemos realmente bien a alguien, cuando lo compartes todo con ella. Cuando estarías dispuesto a ir al fin del mundo por traerle lo que necesita, y viceversa. Cuando es la única persona qué te ha visto llorar, la qué te ha consolado, la qué ha sabido como sacarte una sonrisa en tus peores momentos, la que sabe los secretos que tú nunca podrías decir, porque confías, no, sabes, qué no los dirá.
Entonces, supongo qué ya puedes decir qué es tu mejor amigo/a.
La primera persona a la que acudes en caso de necesitar un hombro en el que llorar, o simplemente, alguien que escuche tus tonterías y ocurrencias, y que sepas qué no te juzgará.
Bien, después de tantos momentos especiales, y no especiales, la consideras la persona mas importante de tu vida, porque al fin y al cabo, los novios no duran, y aunque lo hagan, ¿le contarías lo qué le cuentas a tu mejor amiga a tu novio? Creo que no.
Lo malo es cuando te das cuenta de qué esa persona es la mas falsa qué puedes conocer, y qué solo te utilizaba, o te echaba mierda por encima para conseguir unos minutos de gloria delante de los demás, haciéndose la chulita, intentando quedar por encima de ti a toda costa.
Pasó el tiempo, cada una por un lado, ahora, volvemos a hablar, pero, querida "amiga", si estoy rara, es por algo, no pretenderás qué después de todo, sigamos en plan super mega guay, porque aunque lo hayamos arreglado, el daño está hecho.
Pensad en un jarrón de porcelana. Si se rompe, se puede volver a pegar, pero las grietas siguen ahí.
Nadie es como realmente pensamos, y todas las rosas tienen espinas.
Ten mas cuidado en quien confias, y en quien no, porque quizás, solo quizás, te lleves una decepción.